Santiago de
Xile, al palau presidencial de La Moneda, 11 de setembre de 1973, a les 09.10 h.
“Trabajadores
de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza
que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de
justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y
así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a
ustedes, quiero que aprovechen la lección: el
capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción, creó el clima para que
las Fuerzas Armadas rompieran su tradición. [...]
Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán
otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende
imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes
alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
¡Viva
Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de
que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será
una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.”
1 comentari:
Xile no esta un poquet llunt en la que esta caiguent en el poble. Busquem ENTRE TOTS SOLUCIONS PER ALS PROBLEMES DEL NOSTRE POBLE.
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